domingo, 10 de febrero de 2013

He aquí algo sorprendente, después de años soportando enormes fuerzas, las inclemencias meteorológicas, el abandono y demás penurias, estas estacas clavadas en los muros resisten al paso del tiempo. Se usaban para atar las bestias (mulos, burros, caballos) y son de madera ¿de olivo?, posiblemente sí. Para que agarre bien la cuerda con la que se ata el animal, el palo es tallado hábilmente formando en su punta una especie de bola que haga de tope. Para más firmeza, se clava en la pared en profundidad y con una ligera inclinación hacia arriba. La foto es de la entrada al mular.

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